La
obra comienza con Thomas en un ascensor subiendo hacia una zona conocida como
“El Claro”. En ella se encontrará con un montón de jóvenes de entre 12 y 18
años, quienes al igual que él fueron llegando uno a uno sin recuerdos además de
sus nombres. Una vez ahí, verá que están atrapados en un laberinto gigante que
cambia constantemente y cuyas puertas se abren por la mañana y se cierran por
la noche. Conocerá la forma como se organizan y se distribuyen los roles entre
los jóvenes, de los cuales los “corredores” son los que más llaman su atención.
En
su segundo día y una vez que comienza a aclimatarse a la vida en “El Claro”,
nuevas sorpresas llegan a sembrar una serie de dudas. La caja sube por segunda
vez en un mismo mes y en su interior solo viene una chica con un mensaje: es la
última. Nada más verla Thomas la reconoce sin saber por qué, sin embargo con el
tiempo se darán cuenta que pueden comunicarse telepáticamente.
A
partir de la llegada de estos dos personajes se desencadenan una serie de
eventos que traerán el caso al “Claro” obligando a los jóvenes a meterse al
laberinto en búsqueda de una salida. En esta tarea, Thomas jugará un rol
fundamental como corredor junto a Minho, líder de los corredores del laberinto.
Juntos, descubrirán un patrón que les permitirá dar con una forma de salir,
destruyendo uno de los “Grievers” (criaturas como arañas robots que habitan el
laberinto), y recuperando un dispositivo que servirá como llave para llegar a
la compuerta de salida donde deberán ingresar un código.
Un
vez que logran salir, conocen a la gente de CRUEL (la agencia que los puso en
el laberinto) quienes les explican lo que ha pasado con el mundo, de la
enfermedad que lo ataca y de por qué ellos son especiales. Acto seguido, se
desata una masacre a partir de la irrupción de un grupo de rescatistas, quienes
se llevan a Thomas y el resto de supervivientes (casi la mitad del grupo murió
en el laberinto) a un lugar “seguro”.
Esta
obra es la primera de una trilogía, la cual gracias a su lenguaje simple y
claro, pero de gran fluidez narrativa es una obra bastante interesante de leer
aun cuando es imposible no recordar a otras franquicias juveniles como Los
Juegos del Hambre o Divergente. Sin embargo, difiere tanto en la forma como
está narrada como en los aspectos de la trama, resultando una obra llena de
intrigas, que aunque simples, mantienen el suspenso durante toda la obra y
hacen surgir en el lector la necesidad de seguir leyendo (como suele ser normal
en este tipo de literatura).
Esta
obra se enmarca dentro de la literatura juvenil de corte post-apocalíptico
donde un grupo de jóvenes se ven enfrentados al mundo de los adultos, siendo
sometidos por estos últimos a una serie de pruebas que determinarán de cierta
forma si son aptos para la vida o no, muy al estilo de “Batle Royale” de
Koushun Takami (1999).
La
obra está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente, lo cual
permite conocer en todo momento lo que sienten y piensan los personajes, así como también anticipar
ciertas hipótesis a partir de algunos pasajes de la obra.

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